martes, 11 de junio de 2013

Quince


Hoy tu hermano ha venido a pedirme teta. Ha levantado la camiseta, me ha acariciado la barriga y ha dicho un perfecto “¡Hola, Bebé!”.


Qué ganas tenemos de tenerte, de completarte y que nos completes. Pero aún no, cariño. Aún eres mía. Somos sólo nuestras. Ya te siento. Como una burbuja atrapada en una botella casi llena, que baila a veces desorientada buscando su sitio en el espacio ingrávido e infinito de mi útero. Cuánto me gusta saberte conmigo. Cuánto me gusta saberme tu madre.

lunes, 3 de junio de 2013

Diez


Qué diferente es todo. Cuando estaba embarazada de tu hermano estaba embarazada veinticuatro horas al día. Ahora es como si sólo estuviera embarazada cuando me acuerdo.
Cuando me llamaron por teléfono para citarnos para la primera ecografía apunté fecha y hora mientras hablaba (5 de abril. 11:15 am.) Cuando colgué me quedé un buen rato mirando el papel. “Es verdad. Estás ahí. Y te voy a ver”.



Hugo, Papá y yo fuimos en familia a verte por primera vez. Papá tenía a Hugo en brazos frente a mí, frente a nosotras, y vieron la pantalla antes que yo. Entonces pasó. Encendieron el audio. Tu corazón. Tu perfecto corazón nos gritaba tu presencia. Te oía a ti mientras veía a tu padre y a tu hermano. Y entonces comprendí. Ya somos cuatro.