Portabebés



 



ABRAZA, SIENTE, CUIDA.

Cuando un pequeño ser humano llega al mundo, viene de pasar nueve meses en el lugar más cálido, confortable y seguro que existe: su propia madre. ¿Qué crees que espera encontrarse al nacer? Exacto: ¡a su mamá! El hábitat natural de nuestros bebés son los brazos de sus padres. Nacen biológica y emocionalmente preparados para vivir ahí y hacer la transición al mundo poco a poco desde ese lugar seguro:

Hace más de cinco millones de años, los ancestros humanos dejaron los árboles y comenzaron a moverse por la sabana africana. Piensa en un bebé de entonces: el que era dejado en el suelo y no lloraba tenía muchas posibilidades de ser olvidado y morir de frío o devorado por un animal. La evolución ha hecho que los bebés lloren cuando no se sienten seguros y que los adultos seamos sensibles a esa llamada. Un bebé del siglo XXI comparte memoria genética con aquel bebé del mioceno. Cuando un bebé es dejado en una cuna o un cochecito, el adulto sabe que está seguro. Pero el bebé no.

Está demostrado que los bebés que son habitualmente porteados lloran cerca de un 40% menos que los que no son porteados nunca o casi nunca.

El contacto frecuente o constante ayuda a establecer un fuerte vínculo materno-filial. Se incrementa la producción de oxitocina en la madre, lo que reduce la incidencia de depresión postparto y facilita la lactancia.

El porteo ayuda al bebé a establecer en su cuidador principal un punto de "referencia del bienestar" que en psicología pediátrica se denomina "figura primaria" y, en la práctica, suele llamarse "mamá". Cuanto mayor es el vínculo con su "figura primaria", más seguridad desarrolla el niño y, por tanto, mayor predisposición tiene a satisfacer su curiosidad exploratoria por lo que, al contrario de lo que generalmente se piensa, al crecer el niño es más autónomo.

Las constantes del bebé, tales como frecuencia cardíaca, ritmo respiratorio y temperatura, tienden a sincronizarse con las de su porteador. En los últimos años se ha estudiado que el número de casos de SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante) entre los bebés que colechan con sus padres de un modo seguro (esto es: sin tabaquismo, alcoholismo u obesidad severa) es prácticamente nulo, lo que demuestra la necesidad de los bebés de tener contacto cuerpo a cuerpo para su desarrollo y bienestar.

¿Y no serán niños "enmadrados" y dependientes? Es un error típico, pero te lo garantizo: los vikingos, los gladiadores romanos, las tropas de Napoleón e incluso Atila y sus Hunos... TODOS fueron llevados en brazos.


 

RECUERDA ESTO: ERGONÓMICO

Un portabebés adecuado puede, como poco, facilitarte mucho la vida. Aunque sus principales beneficios no tienen nada que ver con la comodidad, es importante que sepas que lo primero en lo que has de fijarte en la elección de un portabebés es en que sea ERGONÓMICO. ¿Por qué? Porque un portabebés ergonómico respeta tanto la fisionomía del bebé como la de su porteador. La persona que portea no debe sentir que lleva una carga colgada de su cuerpo, sino más bien tener una sensación de abrazo, de complementación.


¿Y COMO ES UN PORTABEBÉS ERGONÓMICO?

Las rodillas del bebé SIEMPRE deben quedar por encima del culete, haciendo forma de "M" o de "ranita". Llevar las piernas estiradas hace que el peso repose en la zona genital e impide el correcto regreso de la circulación.

El niño NUNCA ha de ir mirando hacia fuera: además de que se sobreestimulan y, contrariamente a lo que se piensa, no se excitan sino que se estresan severamente, mirar hacia fuera hace que echen la espalda hacia atrás para intentar mantener el equilibrio, y esto puede producir, en el peor de los casos, lordosis o curvatura lumbar.

Los hombros, la espalda y la cadera del porteador son sus puntos fuertes. Un buen portabebés reparte el peso entre al menos dos de ellas. Un buen portabebés te permite tener HORAS a tu bebé sin que te sientas cansado ni tengas "tirones" ni dolor alguno.

  Y, sobre todo, recuerda que no es suficiente con que el portabebés sea ergonómico: debe usarse correctamente. En nuestro canal de YouTube encontrarás una sección de TUTORIALES para aprender a usar diferentes portabebés.

 

¿TE HAS PARADO A PENSARLO?

La Naturaleza ha tenido miles de años para perfeccionar el mejor sistema de transporte para nuestros bebés: ¡Nuestros brazos!

Correctamente practicado, el porteo favorece la formación de la cadera y evita displasias.

La incidencia de plagiocefalia postural (deformación craneal por una mala postura) se reduce drásticamente, pasando de un 10 a un 0,3%.

Se respeta al 100% la curvatura natural de la espalda del bebé, en forma de "C", adaptándose a su desarrollo.

La incidencia de cólicos y reflujo gastroesofágico es muchísimo menor.



Además, poder ver las expresiones en las caras de sus porteadores les da pistas sobre cómo relacionarse con el mundo.






1 comentario:

  1. Son una garantía de comodidad, con nuestro primer hijo mi mujer llevaba carricoche pero al final le pareció más molesto que el portabebes, solo necesitó un taller de porteo para conocer como cogerlo y caminar y todo fue sobre ruedas

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