viernes, 28 de septiembre de 2012

La Lactancia "prolongada" y La Gorda del Tres.



Esto es sólo una pequeña reflexión. Según la Real Academia Española de la lengua:

(Del lat. prolongāre).

1. tr. Alargar, dilatar o extender algo a lo largo. U. t. c. prnl.
2. tr. Hacer que dure algo más tiempo de lo regular. U. t. c. prnl

¿Y qué es lo regular? Pues, según la propia RAE, es en una primera acepción lo "ajustado y conforme a regla". Es decir, que la Lactancia Materna Prolongada es aquella que se extiende a propósito, haciendo que dure más de lo que se entiende como "normal". ¿Y por qué no ha de ser lo "normal" dar el pecho dos o tres años?

Mira tú por dónde, si seguimos urgando en el diccionario, va y resulta que la tercera acepción de la palabra "normal" dice que es la cosa que por su forma y magnitud se ajusta a las normas fijadas de antemano. Pero la acepción PRIMERA de la palabra es, textualmente:

(Del lat. normalis)

1. adj. Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural.

Está en la RAE. Podéis comprobarlo.

Así que tenemos que lo que se encuentra en su estado natural es, en primera instancia, lo normal. Un niño al que no se desteta a propósito, sino que se le permite mamar cuanto tiempo quiera, difícilmente dejará la teta antes de los dos años. Entonces, si esto es lo natural, ¿no debería ser esta la Lactancia Normal? Mirad:


(De cortar).

1. tr. Disminuir la longitud, duración o cantidad de algo. U. t. c. intr. y c. prnl.

Así que si "Normal = Natural", si le doy el pecho a mi hijo durante dos años, o tres, o los que él me pida, lo que le estoy dando es Lactancia Natural. Y toda la demás es Lactancia Acortada. Esa, y sólo esa, es la que se sale de lo que verdaderamente es lo normal, por mucho que nos vendan lo contrario. Tenemos un idioma tan rico, pero tan rico, que permite como un millón de trampas al entendimiento y a veces una servidora ya no sabe si pensar que un grupito de pequeños (o grandes) cabroncetes lo aprovechan para vendernos lo que les da la gana...






¿Y qué más da llamarlo de una forma u otra, si total se entiende de qué estamos hablando? Ya, claro. Mi vecina del quinto pesa alrededor de ciento veinte kilos. En el barrio todos la llaman "la gorda del tres". Pero ella, mira tú, prefiere que la llamen Carmen. Tal vez sea PORQUE ES SU NOMBRE.
Seguro que alguna vez habréis escuchado expresiones tontas del tipo "¡de tanto comer pollo te van a salir plumas!". Es una forma de hablar. Nadie se cree que si come mucho pollo le saldrán plumas. Pero que te lo digan de tu bebé. Entonces sí. Entonces es ley grabada en piedra que si tu bebé come demasiado pollo, le saldrán plumas. Y si le das teta a demanda, chupará por vicio. Y llorar ensancha los pulmones. Y los brazos crean niños dependientes y enmadrados. Y tienes que beber mucha leche para dar leche (el que haya visto a una vaca adulta beber leche alguna vez, por favor, que levante la mano). 

Por ridículas e infundadas que sean, cada palabra que se refiere a nuestros peques cobra la categoría de ciencia exacta muchas veces, así que no creo que le hiciera daño a nadie, en algo tan importante, empezar a llamar a las cosas por su nombre. Vamos, digo yo.








lunes, 10 de septiembre de 2012

Respira


RESPIRA. Serás madre toda tu vida.
Enséñale las cosas importantes. Las de verdad.
A saltar en los charcos, a observar a los bichitos,
a dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes.
No olvides esos abrazos y no se los niegues NUNCA:
puede que dentro de unos años los abrazos que añores
sean los que no le diste.
Dile CUÁNTO LE QUIERES
siempre que lo pienses.
Déjale imaginar. Imagina con él.
Déjale llorar. Llora con él.
Las paredes se pueden volver a pintar.
Los objetos se rompen y se reemplazan 
continuamente.
Los gritos de mamá
DUELEN PARA SIEMPRE.
Puedes fregar los platos más tarde.
Mientras tú limpias él crece.
Él no necesita tantos juguetes.
Trabaja menos y quiere más.
Y, sobre todo, RESPIRA.
Serás madre toda tu vida.
Él sólo será niño una vez.


Puedes comprar tu lámina (la única autorizada por la autora), diseñada por Mommo, en el enlace que se abre al pinchar en esta imagen:




Creo que llego la última a mi propio entierro. Hace un par de semanas escribí este pequeño texto que publiqué en mi página de facebook acompañado de una foto. Lo cierto es que no creí que fuera a extenderse tanto como lo ha hecho... Y me acabo de dar cuenta: ¿por qué no ponerlo también en el blog?